Hoy en día es cada vez más común y necesario para todas las empresas el contar con un sistema ERP. Pero antes de nada: ¿Qué es un ERP? ERP son las siglas de Enterprise Resource Planing, que en castellano viene a significar “Sistema de Planificación de Recursos Empresariales”. ¿Y para qué sirve? La función de un sistema ERP es la de gestionar las distintas operaciones internas de una empresa para realizar un seguimiento de todo lo que ocurre en ella, todo ello desde la misma plataforma.

Mantener una buena gestión en un negocio es de vital importancia, y no debe ser un factor exclusivo de grandes empresas. Para el caso de pequeñas y medianas empresas, la optimización de la inversión que se realiza es fundamental para conseguir unos buenos resultados, ya que en la mayoría de los casos, los recursos con los que se cuenta son más ajustados. Es por ello, que el pensamiento más común es que no merece la pena realizar una inversión en un ERP para este tipo de empresas, y que estos están solo pensados para empresas de mayor tamaño.

Nada más lejos de la realidad. En la actualidad, la realidad nos demuestra que los sistemas ERP están pensados y funcionan para cualquier tipo de negocio, sea del tamaño que sea. En gran medida, esto se debe a que en muchos casos estos sistemas ERP están alojados en la nube, lo que facilita enormemente su instalación y puesta a punto; además, muchos permiten el pago fraccionado en forma de pago por uso. Gracias a todo esto, las pequeñas y medianas empresas pueden adaptarse al presupuesto que supone el uso de este tipo de sistemas.

¿Qué factores son indicativos de que necesitamos un sistema ERP en nuestra empresa?

  • Se gasta gran cantidad de tiempo realizando tareas que se podrían automatizar. Si detectamos esto, es uno de los mayores indicativos de que debemos dar el paso de usar un sistema ERP. Además, en caso de que cada departamento utilice una herramienta diferente, y que estas no están conectadas entre sí, estaremos realizando muchas tareas de manera redundante.
  • No existe un control en tiempo real y fiable de la contabilidad ni de los inventarios. Esto puede llegar a generar problemas en el cálculo de la liquidez con la que cuenta la empresa, e incluso a problemas para cumplir los plazos establecidos.
  • No podemos gestionar rápida y adecuadamente la información de nuestro negocio. Ya que no contamos con las herramientas adecuadas que nos muestren en qué estado se encuentra nuestra empresa (o sus distintas secciones), no podemos adelantarnos a posibles problemas a los que vamos a enfrentarnos y no podemos tomar las decisiones adecuadas para solucionarlos.

Como vemos, un ERP no solo gestiona todos los sectores de tu negocio, sino que optimiza cada uno de ellos para aumentar la productividad y la rentabilidad al máximo.

Por todo ello, desde Gesmo animamos a todo tipo de empresas a que den el salto e implementen un sistema ERP que las ayude a crecer, sean del tamaño que sean.